Sicarios en serie y fallos múltiples

The Protégé (2021), dirigida por Martin Campbell, sigue a un grupo de sicarios que alternan los roles de cazadores y cazados en una trama que no logra nunca asentarse en un tono que favorezca a la película. Ni thriller erótico, ni comedia absurda, ni película de acción gore.

Por Nicolás Bianchi

Campbell es un director de experiencia que conoce de éxitos y fracasos. Le fue bien, tanto en la taquilla como en las críticas, en dos versiones del mundo de James Bond, GoldenEye (1995) y Casino Royale (2006), logró hacer dos films sobre el personaje del Zorro, encarnado por Antonio Banderas, y cuenta en su haber con alguna película recordada, por ser fallida, como Green Lantern (2011). The Protégé, lejísimos de sus mejores trabajos, es probable que ni siquiera corra con la suerte de la historia del héroe del anillo verde ya que lo más probable es que caiga en el más profundo de los olvidos.

La protagonista es Anna (Maggie Q), una asesina profesional que desde niña es tutelada por Moody (Samuel L. Jackson), quien la rescató de un pasado horroroso. En el presente ambos se encuentran en un juego de múltiples persecuciones con una organización criminal comandada por Edward (David Rintoul) que tiene a Rembrandt (Michael Keaton) como su principal lugarteniente.

La película experimenta en distintas líneas narrativas pero no se consolida en ninguna y falla en casi todas. En un principio se trata de un juego de quién es quién, en el que no queda claro, hasta cierto punto, quiénes persiguen y quiénes son los perseguidos. Luego se presentan algunas escenas más absurdas que cómicas, que difuminan el verosímil de la película. Por momentos lo que se cuenta es también una historia oscura con personajes recargadamente siniestros, que bien podría ser la adaptación de un cómic (no es el caso) por lo exagerado de los rasgos de los personajes.

Quizás la vertiente más interesante por la que discurre The Protégé sea la del thriller erótico, al menos en la propuesta. Maggie Q y el galán maduro Keaton logran congeniar de manera atractiva en algunas escenas, aunque luego la resolución del conflicto sea extremadamente pacata y ordinaria. Cualquiera de los cientos de thrillers de los años noventa que se emiten por cable o se consiguen en las plataformas de streaming resuelve mejor la tensión entre dos personajes que se repelen y se atraen a la vez.

Luego de que la acción y el sexo hayan errado el blanco, el último traspié de la película está dado por la violencia gore y los efectos especiales de segunda selección. Si no hay cómo lograr una buena explosión es mejor sugerirla y no mostrarla. Un último estallido grotesco de sangre tampoco logra encajar en una película que nunca había transitado ese camino hasta las escenas finales.

Con el propósito de obtener algo positivo de una película fallida, The Protégé brinda la oportunidad de mencionar otros films con algún punto de contacto y de mejor factura. Sin ser una maravilla The Virtuoso (2021) al menos cumple con la condición de ser una historia que respeta un tono, en este caso un thriller de acción con una pequeña participación de Anthony Hopkins. Night in Paradise (2020) cuenta una historia oscura con mucha violencia, y lo hace bien. Por último, la genial The Limits of Control (2009), de Jim Jarmusch, mira socarronamente a todas estas películas que enfrentan en complicadas tramas a asesinos seriales, mafiosos y delincuentes, con el único propósito de darle algo de trasfondo a las escenas de tiros y peleas.

Se estrenó en cines en algunos países y también se consigue online. Contacto: elgolocine@gmail.com.

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