Empapados en alcohol

Another Round (2020), o Druk en su idioma original, es una tragicómica película danesa dirigida por Thomas Vinterberg en la que un grupo de profesores de secundaria decide probar una excéntrica teoría sobre el consumo de alcohol.

Por Nicolás Bianchi

Mientras los estudiantes que egresan se divierten en una desenfrenada carrera por emborracharse que se desarrolla alrededor de un lago y luego pasa por distintos puntos de la ciudad, un grupo de profesores varones que rondan o superaron los 50 años comparte la grisura de su vida cotidiana alrededor de una mesa en un restaurant. Hasta que a uno de ellos se le ocurre contar que leyó sobre una teoría muy particular de un científico que sostiene que la sangre humana, en su forma natural, es baja en alcohol y que un consumo muy regulado puede mejorar la vida cotidiana.

Martin (Mads Mikkelsen), el protagonista de la película, es profesor de Historia, cada vez le cuesta más llamar la atención de sus alumnos y además vive un tiempo de mucha distancia con su mujer. Con un trago a la mañana, antes del desayuno, nota que su vida comienza a mejorar. Recupera el interés por su trabajo, se muestra desenvuelto y carismático durante la clase y hasta recupera un momento de pasión con su esposa.

Martin, el profesor de Historia que ya no encuentra pasión en su oficio.

El cuarteto que lleva adelante la prueba lo completan Tommy (Thomas Bo Larsen), el profesor de educación física que apadrina a un niño tímido de anteojos que no logra integrarse a su equipo de fútbol, Nicolaj (Magnus Millang), de la materia de Literatura y con una familia numerosa que lo tiene a maltraer, y Peter (Lars Ranthe), de Música y con el objetivo de que uno de sus alumnos supere la timidez y logre aprobar los exámenes finales. Las cuatro actuaciones, con la de Mikkelsen en resaltado, están muy bien logradas. Cuando los personajes comparten la pantalla y llevan adelante su ridícula misión lo más lejos que pueden, la película es sumamente disfrutable.

Detrás del consumo absurdo de alcohol se esconden las frustraciones cotidianas y los problemas de personalidad. Lo que se muestra es, en algún punto, el lado oscuro del confort. Los cuatro personajes no tienen problemas económicos, pueden darse el lujo de afrontar cenas opíparas con caviar y vinos que lucen carísimos, todo con un sueldo de docente, lo que aparece absurdo en otras latitudes del mundo. Pero todo ese bienestar material esconde los pesares de cualquier mortal, el aburrimiento y la falta de pasión.

Alcohol y descontrol.

Además la sociedad danesa aparece, en la película de Vinterberg, atravesada por el problema del consumo de alcohol. Desde los jóvenes hasta los adultos encuentran en la bebida la forma de canalizar algunas frustraciones y sentirse mejor con ellos mismos. En cuanto al tono del film se trata de un drama con la premisa de una comedia. Desde la enunciación del plan que se prevé alguna consecuencia no deseada, que cuando llega rompe con cualquier dejo festivo que puede tener la narración.

Por último, Druk evita moralejas o mensajes redundantes. Presenta a los personajes, los desarrolla muy bien, en sus interacciones están los elementos de la comedia mientras que en el desenlace de sus historias se encuentra lo más ligado al drama. Cada uno, además, tiene su pequeña intriga personal por resolver. A modo de introducción el director cita un poema de Kierkegaard, que luego vuelve al espectador, en el que se pregunta si la juventud y el amor son solo sueños u otra cosa. Los profesores de Druk actúan luego de experimentar esa sensación, en la que la pasión de la lozanía puede parecer tan lejana como un sueño.

Afiche de la película (2020).

La película integró la muestra 2020 del Festival de Cannes. Se consigue aquí, con estos subtítulos.

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