The killer (2023): cuando lo que importa no es ni el principio ni el final

David Fincher retrata a un asesino personificado por Michael Fassbender que debe ajustar cuentas. Es como una película de películas, en la que se pueden insertar John Wick y otras.

Por Nicolás Bianchi

Fincher es uno de los maestros contemporáneos del género policial y de los thrillers. En esta ocasión, el autor de Seven (1995) y Zodiac (2007), entre muchas otras, parece intervenir en una suerte de discusión con otras películas contemporáneas. Una de las tendencias actuales es el de las historias de asesinos profesionales. Con respecto a esto, el éxito de John Wick llevó a múltiples versiones distintas.

Entonces, Fincher toma esta propuesta y la realiza con su propia impronta. Durante buena parte de la narración la película luce como una exposición acerca de este subgénero. Lo que menos importa aquí es el comienzo y el final, que funcionan apenas como excusas para desarrollar un ejercicio narrativo. Si bien en The killer no hay un tono irónico o de comedia tan marcado, es una propuesta similar a la de Jim Jarmusch en The limits of control (2009).

Un tiro que falla

Esta película presenta un asesino hiper profesional (Fassbender) que se encuentra en París a la espera de ejecutar un trabajo. Un elemento que acompaña durante todo el film es el monólogo interior del protagonista. Este describe sus acciones, expresa su filosofía de vida y repite algunos mantras que sostiene para proceder de la manera más eficiente posible. Pero por una cuestión de centímetros el asesino falla el tiro.

Entonces, la historia sobre el asesino perfecto se transforma en una huida o ajuste de cuentas. Primero, el personaje interpretado por Fassbender debe escapar de los adláteres de quien no pudo liquidar. Por otra parte, debe acomodar las cosas con quienes lo han contratado. Esto da lugar a la aparición de una serie de personajes que llevan nombres como el abogado (Charles Parnell), el cliente (Arliss Howard) y la experta (Tilda Swinton). En particular, cada uno de estos personajes tiene un capítulo dentro de la película. Al mismo tiempo, cada uno supone un problema distinto para el protagonista, que a veces debe usar la fuerza y a veces el ingenio.

Un personaje eficiente y meticuloso

Si seguimos con la idea de que The killer intenta una síntesis, podríamos decir que el asesino tiene características de John Wick e incluso de James Bond: si bien no hay una estructura institucional detrás de él, sí tiene los suficientes recursos como para contar con documentos falsos, dinero, armas y otros pertrechos en múltiples ciudades del mundo. En cuanto a las escenas de acción, Fincher practica una austeridad elegante y efectiva. No hay explosiones, golpes o tiros de más. Solo lo necesario.

No hay dudas de que Fincher sabe contar historias con este tipo de personajes y construir un mundo a su alrededor. Esa es la principal virtud de este film que consigue crear un ambiente y un clima tenso e interesante, apoyado constantemente en la voz en off del protagonista. Quizás el resultado final sea un poco frío, aunque este elemento también debe haber formado parte del cálculo preciso del director.

Afiche de la película (2023)

Está en Netflix. Contacto: elgolocine@gmail.com

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