Terror a lo James Wan

Malignant (2021) es la última película del director de origen malayo que creó las franquicias de Saw y The Conjuring. Utiliza distintos recursos del terror y logra un relato volcado al entretenimiento. Sangre por doquier, gore y una banda de sonido muy acertada son algunos de los elementos principales.

Por Nicolás Bianchi

Malignant se vende a sí misma como una ‘nueva visión’ del terror (tal es el slogan que figura en el afiche), lo cual no es del todo cierto. Se podría decir que, en lo que concierne al género, lo que ofrece el film no es nuevo pero es bueno. Wan reutiliza varios trucos que le significaron un éxito importante en su carrera y lo vuelve a lograr, mientras da renovadas muestras de su habilidad visual para contar historias retorcidas.

La película abre con una secuencia que transcurre en los años 90 en un nosocomio a las afueras de Seattle, Estados Unidos, donde un grupo de médicos tiene serias dificultades para controlar a un paciente con habilidades extraordinarias. Luego de los primeros estallidos sangrientos el relato se traslada al presente, en la misma ciudad del noroeste americano, en la que Madison (Annabelle Wallis), que lleva adelante un embarazo que está por llegar a término, vive en un caserón junto a Derek (Jake Abel), un alcohólico en vías de recuperación que tiene problemas para controlar su temperamento.

Una oscura presencia.

La vivienda de la pareja remite inevitablemente a las de la saga de The conjuring y al planteo de Insidious, en la que el foco está puesto en el rol del hombre en la manutención de la familia. La casa es enorme, tiene muchas habitaciones, más de un piso, un sótano y está hecha, sobre todo, con madera, que cruje por las noches. Aquel paciente que se había presentado antes, de nombre Gabriel, vuelve a escena, aunque no sea mostrado, y la convierte en un lugar poseído.

Gabriel tiene una suerte de agenda vengativa que intenta llevar adelante y está conectado de alguna manera no del todo clara con Madison. Ella puede ver, a modo de pesadilla, algunas de las atrocidades que comete ese extremadamente ágil y fuerte ser. Pronto se incorpora al film el detective Kekoa Shaw (George Young), a cargo de investigar qué es lo que sucede con Gabriel, Madison y sus visiones.

Los detectives se asombran con lo que encuentran.

Wan sostiene a Malignant tocando prácticamente todas las teclas de su repertorio. A lo ya referido sobre sus otras obras se suma que las secuencias con el detective, y alguien a quien Gabriel mantiene cautivo, refieren a Saw. En la película hay escenas sangrientas, gore, una cantidad exorbitante de fracturas expuestas y varios sustos. La música, a cargo de Joseph Bishara, es un complemento ideal para lo que se ve en la pantalla. A su manera, Wan también referencia al giallo y a las películas clase B, sobre todo, de los ochenta.

No va en detrimento de sus logros pero, si bien la película es un muy entretenido relato de terror, es difícil encontrar aquí algo realmente novedoso. Además de los paralelos con la filmografía que el director ya produjo dentro del género, el argumento es muy similar al de la novela La mitad siniestra, de Stephen King, sobre lo que no es necesario realizar más comentarios para evitar spoilers. Malignant, más allá de algún bache en el desarrollo, es atractiva, visualmente inteligente y contiene muchos elementos que los fans del terror pueden apreciar. Pero no es, de ninguna manera, una ‘nueva visión’ sobre el género.

Afiche de la película (2021).

Se estrenó en cines, está disponible en distintas plataformas (depende del país) y también se consigue online. Contacto: elgolocine@gmail.com.

2 comentarios sobre “Terror a lo James Wan

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar