Perfil criminal verosímilmente considerado

Así fue considerada por la justicia española una mujer lesbiana acusada de un asesinato que no cometió, historia que retrata el documental El caso Wanninkhof-Carabantes, escrito y dirigido por Tania Balló. Estreno en Netflix.

Por Nicolás Bianchi

Uno de los entrevistados a los que recurre el documental dice que Dolores era lesbiana y corría el año 1999, en un esfuerzo por tratar de comprender cómo se construyó una acusación severa contra una mujer que era inocente. El caso Wanninkhof-Carabantes es un retrato de la misoginia y la lesbofobia, porque muestra cómo, sobre la base de un femicidio, se monta una operación de odio contra una mujer.

En Málaga en 1999 la adolescente Rocío Wanninkhof fue reportada desaparecida y encontrada muerta en un descampado aproximadamente un mes después. La investigación no reunió ninguna pista de peso y trabajó en una sola línea, la de inculpar a Dolores, que había sido pareja de la madre de Rocío durante años a punto tal que participó de su crianza. Por otra parte, la poca evidencia recabada daba cuenta de un asesinato típicamente realizado por un hombre. Rocío había muerto luego de recibir una andanada de puñaladas realizadas con gran fuerza y velocidad sobre su espalda.

Dolores, la acusada, durante el juicio.

Por medio de archivo y entrevistas el documental reconstruye cómo desde distintos sectores de la sociedad se construyó una acusación fraudulenta. Eran tiempos en los que en la televisión se hablaba de “crímenes pasionales” e incluso alguna columnista se animaba a aseverar que su corazón le dictaba que Dolores era culpable. Lo que veían de aberrante en ella no era un crimen para el que no tenían pruebas sino el hecho de que sea lesbiana y haya vivido con otra mujer que en algún momento formó una familia.

El personaje más triste de la película es Alicia, la madre de Rocío, que también impulsa las acusaciones contra Dolores. El documental no cuenta con una narración en off sino que se vale de los noticieros de la época para reconstruir los nuevos sucesos que se añaden al caso. Esa falta de editorialización explícita permite ver a Alicia tanto como víctima y victimaria. Sin entrar en por qué ni cómo se separó de Dolores, el film logra construir la impresión de que ella misma acaba creyendo las fabulaciones que en el momento se inventan.

Rocío desapareció y su cuerpo fue encontrada veinticinco días después.

El caso Wanninkhof-Carabantes cuenta con el estilo actual habitual para los relatos de true crime. Mucho archivo, entrevistas y tomas de los sitios donde sucedieron los hechos con drones, lo que permite cierto descanso entre tanto vértigo informativo. La única carencia significativa del documental es la falta de entrevistas con las protagonistas del caso que están vivas, o sea Alicia y Dolores, cuyas voces solo están en el archivo. Entonces, los testimonios que recoge el documental simplemente acompañan, la mayoría de las veces, al material de la época.

La falta no obstruye el mensaje principal, que Balló construye con solidez. La recreación de una época que luce más antigua de lo que es, ya que ‘solo’ pasaron veinte años, invita a pensar qué cambió desde entonces, y qué es lo que falta para que los únicos monstruos de estas historias, los femicidas, no consigan pasar desapercibidos para estirar su obra de violencia y muerte.

Afiche de la película (2021).

Se estrenó en Netflix. Contacto: elgolocine@gmail.com.

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