Adolescentes divergentes en una misión espacial

Voyagers (2021) es la nueva película de ciencia ficción del director Neil Burger, que como en Divergent (2014) enfrenta a distintos grupos de adolescentes. En este caso, se encuentran en una nave espacial en tránsito hacia un nuevo planeta. El film, medianamente entretenido, no logra ser profundo.

Por Nicolás Bianchi

El espacio exterior sirve de trasfondo para narraciones en las que se exploran cuestiones trascendentales para el ser humano, como su naturaleza. En Voyager el intento de lograr tal profundidad está, aunque el film erra el objetivo. Las distintas formas de ser de los personajes, que los lleva a enfrentarse, son solo artilugios maniqueos para lograr el conflicto porque no hay un sostén narrativo para que los villanos y los héroes sean como son. Están ahí como si fueran solo posibilidades azarosas de la condición humana y no características que se desarrollan en contacto con el medioambiente social.

Richard (Colin Farrell) es el único tripulante adulto, en principio, de una misión espacial que parte en el año 2064 para colonizar un nuevo planeta en el que la vida humana puede ser viable. El viaje tomará más de 80 años por lo que quienes iniciarán la instalación de una nueva sociedad serán los nietos de los niños que Richard tutela en la nave espacial. Luego de una apresurada introducción, donde se menciona que los humanos parten de la Tierra por el calentamiento global, hay en la historia un salto de diez años. Richard es ahora un poco más grande y los niños ya son adolescentes.

El mentor y el discípulo.

Los mejores amigos Christopher (Tye Sheridan de Ready player one) y Zac (Fionn Whitehead) descubren que la dieta que llevan en la nave incluye un brebaje con una medicina que les sosiega la actividad hormonal normal. O sea, los jóvenes que son la primera generación del viaje no experimentan pasiones, deseos ni grandes pulsiones, sino que son un manso grupo de trabajadores prácticamente automatizados.

Cuando ambos dejan de ingerir el preparado sus sentimientos y necesidades se sintonizan con las que experimentan los adolescentes en la pubertad. Christopher y Zac comienzan a experimentar el deseo sexual pero también la violencia y el contacto físico. Christopher, el héroe, será elegido como jefe de la nave y Zac, el villano, comienza un sublevamiento contra su viejo amigo.

El interior de la nave es el principal escenario de la película.

Voyagers abandona cualquier posibilidad de profundidad cuando el relato deriva en un enfrentamiento provocado por la maldad de Zac, que no tiene mayor explicación. Una vez que dejaron de vivir en un estado vital anestesiado uno se desarrolló como un hombre noble y el otro como un violento embaucador. Completan el elenco de jóvenes Sela (Lily Rose Depp, la hija de Johnny) y el frío Richard (Isaac Hempstead Wright, que parece no poder salir del papel del inexpresivo Bran Stark que interpretó en Game of Thrones).

Voyagers carece de un desarrollo original, ya que el planteo inicial se desdibuja cuando todo se reduce a peleas y escenas de acción. En Divergent había también facciones de jóvenes, enfrentamientos y romances cruzados. Es como si Burger hubiera hecho de vuelta la misma película. Para los fans del género que combina adolescentes y fantasía (The Hunger Games y The Maze Runner, entre otros títulos), Voyagers puede ser un entretenimiento razonable mientras que quienes busquen algo más es probable que no queden satisfechos.

Afiche de la película (2021).

La película se consigue aquí, con estos subtítulos.

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