La directora británica Joanna Hogg desarrolla en The Souvenir (2019) parte de su biografía. En un tono intimista cuenta algunos fragmentos de una relación amorosa difícil que experimentó en su juventud, a comienzos de los años 80, cuando era estudiante de cine.
Por Nicolás Bianchi
A The souvenir hay que tenerle 40 minutos de paciencia. Una revelación que se suelta en una conversación que parece que no iba a ningún lado ordena todo lo visto hasta entonces y dramatiza el porvenir de la película. La experiencia total, el film dura dos horas, es satisfactoria aunque puede haber quien no se recupere del sopor inicial.
Julie (Honor Swinton Byrne) es una joven estudiante de cine que tiene como proyecto realizar un largometraje sobre la vida de los obreros del astillero de Southhampton. Ella proviene de una familia acomodada, que tiene una gran finca en el campo y se encuentra ahora viviendo en la ciudad. En su departamento permite que habiten, junto a ella, una pareja de amigos. No les cobra renta, no le hace falta.
The souvenir es una autobiografía de la directora Joanna Hogg, centrada en sus años de estudiante y, sobre todo, en una relación amorosa difícil. En el film Julie conoce a Anthony (Tom Burke), un hombre bastante mayor que ella y que dice trabajar para el servicio exterior británico, la oficina de Foreign Affairs. Hogg nos muestra retazos de su memoria, o quizás es así como lo recuerda. No sabemos cómo se conocen, los vemos conversando en una fiesta en un departamento y luego discutiendo sobre cine en un café que parece de un hotel cinco estrellas, ya en otro día.
En esos primeros 40 minutos, quien no haya leído nada sobre la película antes de verla, es probable que no se figure para dónde puede ir el relato, si es una disquisición sobre el cine a través de los ojos de una estudiante o algo más. Ese plus es la relación entre Julie y Anthony, que va a cobrar un lugar central. En principio él se presenta como un misterio. Anthony viste muy bien, dice tener un muy buen trabajo, se lo nota culto e instruido pero a la vez constantemente necesita que Julie le preste plata, hasta que finalmente va a vivir con ella.
Son los primeros años 80, tiempos de Margaret Thatcher en el gobierno y la guerrilla del IRA en las calles. Anthony se escuda en el contexto para no contar prácticamente nada pero también puede ser el reflejo de una época en la que había preguntas que no se hacían. Las discusiones entre la pareja son sobre cine, el proyecto de Julie y arte. Están juntos pero hay algo en el medio que los distancia.
En síntesis, la película se compone de 40 minutos un poco estirados, largos y aburridos. Pero en la hora y veinte que le sigue el relato cobra otro vuelo, se hace profundo, va adónde tenía que ir. Las referencias cinéfilas que un poco distraían al principio ahora se vuelven una pausa necesaria en la historia de la pareja protagónica. Las actuaciones principales son firmes, especialmente la de Swinton Byrne, y están secundados por Tilda Swinton, siempre interesante, como la madre sobreprotectora de ella.
The Souvenir fue presentada en Sundance 2019 y nominada y premiada en varios festivales de cine independiente. Está anunciada una segunda parte de la película para 2020, lo que, una vez visto el final, genera intriga porque no parece que haya quedado mucho por contar.
Quienes quieran adentrarse en el Southampton de la década de los 80 por favor dirigirse hacia aquí (con estos subtítulos).
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