Brazos inyectados, ladrones y prostitutas a principios de los 70 en Nueva York

The Panic at Needle Park (1971), ópera prima de Jerry Schatzberg, muestra la vida de un grupo de adictos a la heroína en Nueva York. Es referencia obligada para otras películas sobre el tema. Fue el primer papel protagónico de Al Pacino.

Por Nicolás Bianchi

En la primera toma, Helen (Kitty Winn) viaja en el metro neoyorquino, repleto de gente. Su expresión angustiada indica que necesita drogarse con urgencia. La adicción no deja de quemar por dentro a los personajes de The Panic at Needle Park en ningún momento, los acorrala, los hunde sin llegar nunca al fondo.

Helen, papel que le valió a Kitty Winn un premio en Cannes.

Ya en la casa de Marco (Raúl Julia), un artista plástico bohemio, Helen está acostada e ida. Debe haber conseguido lo que estaba buscando. Pero se acabó, porque siempre se acaba. Llega Bobby (Al Pacino) con más droga pero Marco no tiene cómo pagarle. Así se conocen los protagonistas de este drama que también es romántico. Bobby la arropa a Helen, que parece no estar pasándola del todo bien en su viaje narcótico.

Entre la resaca y la desesperación, Helen va a un hospital porque sufre de constantes sangrados vaginales. Al día siguiente Bobby la visita y ya no se separan. La película, con dos breves secuencias, ya está en marcha. Helen es una adicta consumada que sufre de los efectos del consumo. Bobby es un dealer, que en la primera escena dijo que no consumía, pero hay lugar para la duda.

El Needle Park nunca existió formalmente con ese nombre. Se trata de algo menos que un barrio. Son dos parques y unas cuadras a la redonda que servían de parador para un grupo de adictos, ladrones y prostitutas que vivían en las pensiones que rodean el lugar. El pánico sucede cuando la droga escasea y los precios suben.

Bobby y Helen, Pacino y Winn.

Schatzberg muestra la adicción de la forma más cruda posible. No hay música en la película, ni un solo tema. Los sonidos están dados por el ambiente de la calle en los exteriores y por la respiración de los personajes cuando consumen heroína en los departamentos roñosos en los que habitan. No hay efectos ni alucinaciones. Los rostros de los adictos no dejan de estar en foco cuando se inyectan y comienzan el viaje. Hay un retrato hiper realista que deja algo en claro: la vida del adicto es una mierda hasta cuando está drogado. El proceso, además, es doloroso. Es una época de jeringas de vidrio y largas agujas. Luego de pinchar la vena hay que golpear el artefacto suavemente para que los fluidos se intercambien. A veces la droga hace efecto muy velozmente por lo que la jeringa queda pinchada en el brazo del usuario ya desvanecido.

Una NY sucia y desprolija.

La crudeza que se ve responde a una búsqueda intencional de la película. Schatzberg investigó en hospitales de qué manera se lastimaban los brazos de los adictos y contrató una enfermera como asesora para que esté en el set y supervise las escenas en las que hay pinchazos. La adicción lleva a los personajes al delito, a los hombres a robar y a las mujeres a prostituirse.

The Panic at Needle Park no fue la primera película sobre la adicción a las drogas pero sí es referencia para otras obras contemporáneas. Aquí vemos el bebé que luego se utilizó de manera crucial en Trainspotting (1996) y, sin dudas, muchas ideas que fueron presentadas con otra estética en Requiem for a dream (2000), por nombrar algunos ejemplos.

Para Al Pacino fue un papel consagratorio, su primer protagónico. Francis Ford Coppola usó parte del material de la película, que todavía no había sido estrenada, para convencer a los ejecutivos de la Paramount y lograr darle el papel de Michael Corleone a Pacino en The godfather (1973).

Afiche de la película (1971).

Cincuenta años después, The Panic at Needle Park conserva todos los elementos que la llevaron a ser una de las mejores películas de 1971. La actuación de Kitty Winn fue premiada en el festival de Cannes de ese año. Para quienes quieran conocer las sucias calles de Nueva York a principios de los 70, dirigirse aquí (con estos subtítulos).

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