Le parfum vert (2022), un homenaje al cine de espías que queda a medio camino

Película francesa escrita y dirigida por Nicolas Parisier. Presenta una historia que busca celebrar el cine de espías del siglo XX, combinando distintas influencias.

Por Nicolás Bianchi

La primera sensación después de ver esta película presentada en la Quinzaine de Cannes es que, a pesar de exhibir cierto talento, faltan ajustes que permitan construir una historia más sólida y atractiva. Le parfum vert tiene un comienzo prometedor y algunos momentos interesantes. Pero, en definitiva, su trama y su narración son lánguidas, previsibles y espesas.

La primera escena del film transcurre en un teatro francés. Una misteriosa mujer manipula el maquillaje de un actor y lo envenena. El hombre muere de manera espectacular, mientras representa una obra frente al público. Su mejor amigo, Martin (Vincent Lacoste), intenta auxiliarlo, pero nada puede hacer. Sin embargo, llega a escuchar las últimas palabras del difunto, que señala una misteriosa organización llamada Parfum Vert o Perfume Verde.

La pareja protagonista

Unas horas más tarde Martin es secuestrado por este grupo clandestino. De todas maneras, se trata solamente de una amenaza, ya que rápidamente recupera su libertad. Ahora bien, al no estar disponible durante los momentos posteriores a la muerte de su amigo, la policía comienza a desconfiar de él. Entonces, el film plantea rápidamente una situación con cierto aire hitchcockiano en la que un personaje se encuentra, por obra del destino, envuelto en una situación no buscada de incierto desenlace.

También de manera casual (un recurso quizás sobre explotado en el film), Martin conoce a la dibujante de cómics Claire (Sandrine Kiberlain), con quien rápidamente se asocia para tratar de dilucidar el caso. Entonces, estos dos personajes centrales comienzan a perseguir a los integrantes de Parfum Vert mientras, al mismo tiempo, la policía los tiene bajo observación.

En todas las películas de espías hay viajes en tren que resultan agitados

En distintos momentos la película resulta elegante. Hay escenas que transcurren en un tren que están filmadas con gracia. Además, establecen un vínculo con un conjunto de obras que en otros tiempos han encabezado las preferencias de la audiencia. Cualquier espía de ficción más o menos célebre ha tenido que perseguir villanos o escapar de ellos en un tren en movimiento.

Entre homenajes y un tono de comedia suave la película avanza por un camino previsible, como una vía de un ferrocarril. Le parfum vert no es lo suficientemente interesante como historia de espías ni particularmente disparatada como comedia. El resultado es gris, híbrido y algo tedioso.

Afiche de la película (2022)

Está en Mubi. Contacto: elgolocine@gmail.com

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