La sociedad de la nieve (2023): nadie se salva solo

La película relata la tragedia de los Andes de 1972, cuando un avión se estrelló en el lugar que hoy se conoce como Valle de las Lágrimas. Ante la fuerza de la naturaleza solo la unión se puede imponer.

Por Nicolás Bianchi

En tiempos de un individualismo exacerbado, La sociedad de la nieve, dirigida por el español J. A. Bayona, escoge un punto de vista distinto. Desde el título hasta el último segundo del film el foco está puesto en la solidaridad del grupo de jóvenes y adultos que se vio obligado a sobrevivir ante circunstancias únicas. Esta película se basa en el libro del autor uruguayo Pablo Vierci y ofrece un punto de vista distinto, y superador, al de Alive o Viven (1993).

En primer lugar, la película cuenta con un narrador que es, a la vez, uno de los protagonistas de la tragedia. Se trata de Numa Turcatti (Enzo Vogrinic), uno de los pasajeros del vuelo que no integraba el equipo de rugby Old Christian´s de Uruguay (aproximadamente la mitad de los 40 viajeros eran jóvenes de este club). Esta decisión refuerza el mensaje de la película: Numa fue el último de las 29 personas que murieron.

Numa rendido frente a la majestuosidad de las montañas

Este joven estudiante de derecho uruguayo cumplió 25 años en el Valle de las Lágrimas y sobrevivió durante 61 días. Pero, finalmente, una infección que se originó en una herida en una de sus piernas acabó con su vida. Según uno de los sobrevivientes, Numa murió con una cita bíblica en la mano que decía “no hay amor más grande que aquel que da la vida por sus amigos”. El muchacho viajaba solo y, antes del accidente, no conocía a nadie.

Más allá de los mensajes que elabora la película, la recreación tanto del accidente como del lugar en el que vivieron los sobrevivientes es espectacular. En primer lugar, Bayona cuenta con experiencia en la dirección de escenas de tragedias, ya que filmó el tsunami que arrasó Tailandia en 2004 en The impossible (2012). En este sentido, cabe destacar que la escena del accidente es impactante y angustiante. Su realización es formidable.

Otro aspecto esencial del film es lo imponente que lucen los escenarios. En parte, esto se debe a que una segunda unidad liderada por el director argentino Alejandro Fadel viajó hasta el glaciar en el que se produjo el accidente y tomó múltiples imágenes que nutren a la película. Por otro lado, Bayona exigió que los actores sigan una dieta rigurosa para que, a medida que avanza el film, su aspecto sea más realista.

El escenario le aporta realismo a la película

Los roles de Canessa (Matías Recalt) y Parrado (Agustín Pardella), centrales en Viven, aquí son secundarios. Nuevamente, su travesía por los Andes hacia Chile no es contada como un logro individual, sino como producto de la cooperación y solidaridad de un grupo. Este conjunto de personas también tuvo que tomar la decisión de alimentarse con los restos de los fallecidos para sobrevivir. En La sociedad de la nieve esto está contado con mayor apertura y honestidad.

Es un tema que se muestra más y de una manera que busca romper el tabú. Era necesario y la decisión fue producto de un debate grupal. Algunos comenzaron a consumir carne más temprano y otros más tarde. Todos estaban al borde de la muerte por inanición. Además, el tema, en la película, se cierra con una toma que muestra el respeto de los sobrevivientes por los fallecidos.

En definitiva, La sociedad de la nieve no es otra representación sobre lo mismo. Se trata de una versión distinta, más compleja, espectacular y profunda que Viven. Aquí no hay héroes porque todos fueron héroes.

Afiche de la película (2023)

Está en Netflix. Contacto: elgolocine@gmail.com

2 comentarios sobre “La sociedad de la nieve (2023): nadie se salva solo

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar