Hanyo – The housemaid (2010), desigualdad social en clave de thriller erótico

Es un remake del clásico coreano de 1960 que lleva el mismo título. Dirigida por Im Sang-soo. Poder y atracción entre un millonario y una mucama.

Por Nicolás Bianchi

Una buena cantidad de películas coreanas de muy buena calidad, como es este caso, se dedican a mostrar las diferencias de clases. Desde la laureada Parasite (2019) hasta la original Hanyo (1960) denuncian la desigualdad de distintas maneras. Fiel al estilo cinematográfico de este país, el humor y el terror se pueden combinar fácilmente. Pero, más allá de todo, hay algo que no puede faltar: el melodrama.

Sexo y poder

Quizás la principal diferencia que presenta la Hanyo de 2010, 50 años después del film original, sea el componente erótico. Hay mucho en esta versión de las películas estadounidenses de los 90 protagonizadas por Sharon Stone, Madonna o Linda Fiorentino, entre muchas otras. Ahora bien, esa tensión sexual va más allá de las relaciones de poder entre dos personajes, ya que se inscriben en un contexto social.

En cuanto a la trama, Hanyo comienza mostrando un suicidio. Esto establece algo que resulta inaceptable, aunque el espectador todavía no sabe qué es. Después de observar esta escena, la joven Eun-yi (Jeon Do-yeon) deja su trabajo como ayudante en un restaurante para ser la mucama de una acaudalada familia compuesta por el hombre de negocios Hoon Goh (Lee Jung-jae) y su mujer Hae-ra (Woo Seo), que está embarazada.

El objete de deseo del patrón

En principio, todos tratan a Eun-yi con una cordialidad algo impostada. Si bien las buenas maneras no se abandonan, los personajes ricos siempre comunican una sensación de superioridad. Su educación y buenos modales lucen destinados a marcar una diferencia con la mucama. Para ellos, es alguien notoriamente inferior y esto queda claro por más que no esté dicho.

Afiche de la película (2010)

Ahora bien, en el caso de Hoon Goh eso se traduce en el deseo de poseer carnalmente a la nueva incorporación del hogar. Primero, Hanyo presenta unas escenas de alto contenido erótico que dejan claro el deseo del hombre. La manera en la que está filmada la secuencia en la que la mucama limpia la bañera mientras es observada por su patrón es brillante. Al mismo tiempo, su esposa embarazada reposa en la cama. Él es el único que las ve a las dos al mismo tiempo.

El deseo de Hoon Goh resulta en una perdición, no para él mismo, sino para Eun-yi. Ella es la culpable de lo que sucede según lo que entienden Hae-ra y su madre (Park Ji-young). La película también maneja correctamente otro artilugio clásico del cine coreano: el cambio de tono. Hanyo pasa sin problemas del thriller erótico al suspenso y del terror al drama romántico. Esta versión quizás no tenga la potencia original del film de 1960 pero es una obra de alta calidad.

Está en Mubi. Contacto: elgolocine@gmail.com

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