Alcarràs (2022), cine testimonial sobre la vida en el campo

Premiada en la Berlinale 2022. Dirigida por Carla Simón y coescrita por Arnau Vilaró. Una familia en el interior de Cataluña ve amenazada su subsistencia.

Por Nicolás Bianchi

Si bien se trata de un relato de ficción, Alcarràs por momentos tiene el tono de un documental. La cámara observa atentamente la vida de un grupo de personajes en el campo. Son una gran familia y el futuro se ve amenazado por un problema en la sucesión del dueño de la finca que explotan. Los acuerdos de palabra de antaño no valen en el presente. Se trata de un signo de cambio, en un tiempo que avanza sobre los estilos de vida de otra época.

Este componente documental se refuerza por distintos factores. En primer lugar, el elenco habla en catalán con un acento propio de la zona que muestra la película. Además, los actores son, en su mayoría, amateurs. El protagonista Quimet, padre de familia y responsable de la plantación de melocotones que da sustento a los personajes, es interpretado por Jordi Pujol Dolcet, un payés (campesino) que ha trabajado como tractorista. Su mujer, Dolors es personificada por Anna Otin, maestra en la vida real.

La familia con Quimet y Dolors a la cabeza

En líneas generales la narración se compone de dos elementos centrales. El primero es la relación de todos los personajes con este mundo cambiante que amenaza su forma de vida. El dueño de la finca en la que habita la familia de Quimet y Dolors quiere desalojarlos para explotarla de otra manera. A propósito de esto, en un terreno contiguo se empiezan a instalar grandes paneles solares, muestra cabal de las transformaciones que ocurren en la zona. Por otra parte, estos personajes enfrentan un conflicto contra los compradores de las frutas que producen. Los pagos que reciben son cada vez menores, por lo que su sustento está doblemente amenazado.

Por otro lado, Alcarràs cuenta pequeñas tensiones entre los distintos personajes. En principio, Quimet está enojado con el silencioso Rogelio (Josep Abad), su padre, por no haber firmado un contrato en papel que les permita seguir explotando la finca. El ahora anciano patriarca siempre había arreglado todo de palabra. Otro personaje importante es Roger (Albert Bosch), hijo de Quimet y Dolors. El joven es rebelde, mal estudiante, pero buen trabajador. Dentro suyo parece darse un debate entre continuar o no con el legado familiar. Hay algo de ira contenida en Roger que se manifiesta con algunos chispazos.

Todos los personajes viven de la prodcción de frutas

Gracias a estos y otros elementos la película ofrece una sensación de realidad constantemente. En este sentido, lo que el espectador ve luce como un reflejo fiel de la vida cotidiana de un grupo de campesinos catalanes. A su vez, para que algo que no es extraordinario resulte atractivo, el film recurre al carisma de los personajes. Por largos momentos es atrapante ver a los personajes hablar, discutir o realizar distintas acciones cotidianas. Es probable que en varias de estas secuencias haya habido un fuerte componente de improvisación.

Alcarràs es un testimonio sensible y conmovedor de una realidad particular. Los campesinos de Lleida, en Cataluña parecen estar atravesando un proceso de cambio irreversible. Al menos en este relato su estilo de vida, sus costumbres y sus maneras de ser quedan inmortalizadas. Es, como cualquier foto, una imagen de un instante que ya no existe.

Afiche de la película (2022)

Están en Mubi. Contacto: elgolocine@gmail.com

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