Entre la ciencia ficción y el terror, esta película dirigida por Laura Moss y producida por Shudder cuenta la historia de dos personajes que buscan manipular los límites entre la vida y la muerte.
Por Nicolás Bianchi
En la novela gótica del siglo XIX de Mary Shelley un científico rompe todos los límites de la ética y la moral en la búsqueda de dar vida a algo que está muerto. Ese proyecto implica jugar a ser Dios, intentar la creación de vida. A su vez, su ayudante Igor busca contenerlo. En Birth/Rebirth estos roles se distribuyen entre dos personajes bien diferentes que forman una sociedad ocasional a partir de una eventualidad que alinea sus intereses.
Rose (Marin Ireland) es una médica de la unidad de patología de un hospital que, en su solitario departamento, lleva adelante varios proyectos en paralelo vinculados a la posibilidad de manipular los límites de la vida y la muerte. Para desarrollarlos necesita de distintos insumos biológicos, por llamarlos de alguna manera, que ella misma se procura. Esto lo hace utilizando su cuerpo y los de otras personas.
A su vez, Celia (Judy Reyes) es una enfermera que trabaja en la sección de neonatología del mismo hospital. Celia es madre soltera por decisión, ya que tuvo a su hija Lila (A. J. Lister) después de un procedimiento de fertilización in vitro. De un día para el otro esta mujer se ve envuelta en una tragedia, ya que la pequeña contrae un tipo muy agresivo de meningitis y muere.
Ahora bien, la encargada de realizar la autopsia e identificar la enfermedad que la mató es Rose, que se ve más que interesada por el caso. El personaje de Rose está llevado a un extremo: lo único que le interesa a esta mujer es la ciencia y los descubrimientos que puede hacer. Sus contactos con otras personas, sean compañeros de trabajo, de barra en un bar o en cualquier otra circunstancia social son secos, distantes y completamente desinteresados.
Por el contrario, Celia cumple con el estereotipo latino y es conversadora, extrovertida y expresiva. Cuando estos dos personajes comienzan a actuar en conjunto la película poco a poco va adquiriendo densidad y construyendo un problema difícil de resolver. La pequeña Lila quizás vuelva a la vida, aunque la pregunta es cómo y para qué. Como es sabido, en estos casos nada nunca es igual que antes.
Al ser una película de género, es llamativo que la directora Moss eluda y desarticule cualquier posibilidad de generar un clímax. En Birth/Rebirth los nudos se desatan con el mismo ritmo pausado que tiene el resto de la película, como si se tratara de la resolución de un experimento en un laboratorio. Más allá de esta elección, se trata de una película sólida, interesante y con algunos giros inteligentes con respecto a la versión tradicional del relato de la criatura Frankenstein y el científico monstruoso que lo trae a la vida.
Está online. Contacto: elgolocine@gmail.com
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