Otis, Maeve, Eric y el avance neoconservador

Algunos comentarios sobre la tercera temporada de Sex Education, creada por Laurie Nunn y recientemente estrenada en Netflix. La serie británica mantiene el balance entre comedia y drama para continuar con el desarrollo de las relaciones entre sus siempre queribles personajes principales.

Por Nicolás Bianchi

Una vez superada la barrera que supone la indisimulable diferencia de edad entre los actores y los personajes que representan, todas las fórmulas que convirtieron a Sex Education en un éxito vuelven a funcionar en su tercera temporada, que no será la última. Los adolescentes que cursan el último año del secundario, y que están encarnados por intérpretes que bordean los 30, vuelven a enredarse en vínculos familiares, de amistad y sexuales que los enfrentan a distintos dilemas mientras un nuevo personaje intenta coartar sus libertades.

El rol de villano en la tercera temporada está ocupado por la nueva directora del colegio, Hope (Jemima Kirke), que tras una presentación cool intenta imponer un nuevo régimen que intentará destruir los avances en materia de educación sexual que los alumnos de Moordale experimentaron luego de que Otis (Asa Butterfield) y Maeve (Emma Mackey) instalaron su precaria clínica de consejería en la primera temporada. Como siempre la cuestión es si la comunidad escolar va a contar con más o menos información a la hora de tener sexo, lo que se da por descontado en un relato en el que todos, todas, todes están siempre en estado de ebullición hormonal.

Hope Haddon, la nueva directora del colegio Moordale.

No es difícil emparentar al personaje de Hope y lo que propone con la avanzada neoconservadora que experimenta buena parte de Occidente, a partir de personajes como Trump o Boris Johnson, pero también por sectores organizados y movilizados de la sociedad civil que operan tanto en la realidad como en la virtualidad. No hay nada más retrógrado, después de todo, que la oposición que sufren las distintas minorías que buscan poder expresarse tal y como lo desean.

Por eso el no binarismo y el intento normalizador que lleva adelante Hope es uno de los temas de la temporada, a través de los personajes encarnados por los intérpretes no binarios Dua Saleh y Robyn Holdaway. Cuando la escuela intenta volver a imponer normas estrictas de conducta y vestimenta los que escapan a las categorizaciones tradicionales son los que más sufren el nuevo orden.

Es por eso, y seguramente también para sentar las bases para el futuro, que los protagonistas Otis y Maeve más Eric (Ncuti Gatwa) aparecen cada vez más desligados de lo que concierne al colegio. Los tres están enfocados hacia los conflictos de sus respectivos entornos familiares y sus cambiantes parejas. Sex Education va a continuar y necesita desligar a sus principales rostros del colegio secundario, una instancia prácticamente agotada y que ya les queda chica.

Michael Groff, uno de los personajes más salientes de la tercera temporada.

El mundo de los adultos en la serie replica los conflictos de los jóvenes. La siempre espléndida Gillian Anderson, que interpreta a Jean, la madre de Otis, transita un embarazo que a su edad es un tema en sí mismo, mientras continúa en tensión por el contraste entre ella, refinada e intelectual terapista sexual, y su pareja Jakob (Mikael Persbrandt), un sueco de casi dos metros, rústico y con aspecto de leñador. El background de Maeve es probablemente la subtrama menos interesante de la serie, en donde continúan los problemas por la conducta de su madre adicta y su pequeñísima hermana. La tercera temporada es también la de la deconstrucción del neurótico y rígido Michael Groff (Alistair Petrie), el padre de Adam (Connor Swindells), el personaje secundario con el arco narrativo más interesante de estos ocho nuevos capítulos.

Sex Education cuenta con la expresión de distintas identidades sexuales y los personajes gays tienen gran peso y relevancia. Pero el sexo y la amistad en la serie es siempre de a dos y solo de a dos. La fórmula narrativa que les dio éxito permanece intocable en la tercera temporada en parejas, de amigos o algo más, que atraviesan fases de enamoramiento, conflicto y finales abiertos. ¿Será la próxima, la cuarta temporada, la de la felicidad, o la desdicha, compartida en grupo para Otis, Maeve y Eric y todos los demás?

Afiche de la serie (2021).

Está disponible en Netflix. Contacto: elgolocine@gmail.com.

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar