El despertar del hambre

Raw (2016) fue la primera película de la directora Julia Ducournau, reciente ganadora de la Palma de Oro en Cannes por Titane (2021). Se trata de un relato de terror en el que una joven vegetariana, al entrar en la universidad, comienza a desarrollar un muy particular apetito por la carne.

Por Nicolás Bianchi

Noventa y ocho minutos de duración para un guión redondo, también escrito por Ducournau, que al ritmo justo desenvuelve una historia incómoda, por momentos extraña y, como el título lo indica, cruda. Raw no tiene puntos flojos. Las actuaciones son vibrantes y la música está muy correctamente insertada para enfatizar las tensiones de la narración. Es, sin dudas, una ópera prima brillante que dio inicio a una carrera que continúa por el camino del éxito.

Justine (Garance Marillier) es una joven que comienza a despedirse de sus padres para incorporarse a un campus universitario con el propósito de estudiar veterinaria. Toda la familia es vegetariana. Lucen relajados, cool y progresistas. Cuando Justine se instala en el dormitorio se encuentra con que su compañía en el cuarto no es una mujer, tal como ella había solicitado, sino el joven gay Adrien (Rabah Nait Oufella).

Justine, en un momento de cambio en su vida.

La protagonista también se rencuentra con su hermana Alexia (Ella Rumpf), un año más grande. La recibida en el campus es traumática. Los novatos deben enfrentar una serie de ritos de iniciación duros, de los que participan por igual varones y mujeres, aunque indudablemente están teñidos por un espíritu machista. Justine y los demás ingresantes son humillados, ensuciados con distintos fluidos animales (se trata de la carrera de veterinaria, vale recordar) y maltratados por los estudiantes más avanzados.

En contacto con la sangre y la carne animal que utilizan para mancharla y fasitidiarla, Justine primero experimenta una reacción alérgica grave, pero luego comienza a sentir que un hambre incontrolable se despierta. Raw juega con el paralelo del paso de la adolescencia a la adultez, que incluye la exploración del placer sexual, con la situación que comienza a experimentar la protagonista.

La sangre es un elemento omnipresente en la película.

La película no está montada con un ritmo frenético, lo que no es necesario ya que la narración adquiere una velocidad vertiginosa por lo incómodo de la situación que se desenrolla, sobre todo a partir de un episodio en el que Justine se entrevera con su hermana Alexia y descubre que ella experimenta los mismos apetitos que ella. El elemento gore está presente en Raw. Su uso elegante, aunque pueda sonar contradictorio, hace todo aún más incómodo. Las escenas más fuertes no se regodean en mostrar con explicitud sino en acentuar el trance que atraviesan los personajes.

Buena parte del éxito de Raw se debe, justamente, a que el espectador en ningún momento puede dejar de estar del lado de Justine, por más extrañas que sean las situaciones que atraviesa. Ducournau plasma una sólida película de terror que se centra en la presentación de una serie de personajes monstruosos, que por más apetito que desarrollen nunca dejan de ser sumamente humanos.

Afiche de la película (2016).

Se encuentra disponible en Google Play Ar y también está online. Contacto: elgolocine@gmail.com.

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