In the earth (2021) es una película de terror británica, dirigida por James Wheatley. Un bosque presenta una serie de peligros y desventuras para un par de personajes que provienen de un mundo arrasado por una pandemia. Los miedos contemporáneos se presentan exacerbados.
Por Nicolás Bianchi
Una posible lectura del cine de terror es que en esas historias se expresan, de alguna manera distorsionada, los temores de la sociedad actual. En In the earth todas las trabas que la pandemia impuso a la vida cotidiana están desplegadas y aumentadas. Los protocolos, la desinfección y los encierros pueden ser extremos, y peor aún, no parece haber una vuelta posible o saludable a la naturaleza.
Martin (Joel Fry) es un científico que necesita acceder a un campamento ubicado en un bosque para realizar un experimento sobre agricultura. Llega a una cabaña, que marca el punto de inicio de su recorrido, en la que hay una serie muy estricta de protocolos. Se menciona, al pasar, que la tercera ola de una pandemia está causando estragos. La película incorpora a su narración las desinfecciones, el distanciamiento, los barbijos, los hisopados.
Y combina el lenguaje pandémico con algo, en principio, más usual para un relato de terror. En la cabaña se deja entrever que en la zona se cree en un espíritu que deambula por los bosques y al que se le rinden algunos tributos. El tema es tratado velozmente entre Martin y Alma (Ellora Torchia), la guardaparque que lo acompañará hasta su destino, al que no se puede llegar de otra forma que no sea caminando.
Para Martin, además de un trabajo, la excursión supone un cambio en su vida ya que proviene de cuatro meses de encierro y aislamiento. La pandemia nunca deja de estar presente en la película que la incorpora naturalmente, lo cual es un mérito. Como el lugar hacia donde se dirigen es lejos tanto Martin como Alma deben acampar para continuar camino la mañana siguiente. Pero a la noche son atacados.
Por un lado la premisa de In the earth es muy sencilla y común al cine de género. Dos personajes se adentran en un bosque, sobre el que se plantó alguna posibilidad de existencia de un monstruo folclórico, y lo que deben hacer, lógicamente, es tratar de salir con vida. Por otra parte, el film presenta la lógica de las aventuras. Ambos se van adentrando en distintos enredos en los que se cruzan con otros dos personajes, el algo perturbado Zach (Reece Shearsmith) y la científica Olivia (Hayley Squires), con quien Martin originalmente debía encontrarse para realizar su trabajo.
Siempre está latente la posibilidad de los fantástico aunque en la película se resalta la dificultad del contacto humano, sobre todo entre desconocidos, lo que es una sensación común en el mundo del otro lado de la pantalla, que vive más de un año de distanciamiento y pandemia. Es difícil saber cómo se verá la película dentro de un tiempo pero hoy presenta algunas situaciones que la hacen verosímil e inquietante.
In the earth puede ser algo confusa en una serie de explicaciones que se brindan sobre el probable espíritu que habita el bosque y la forma que hay de comunicarse con él pero eso no malogra el ambiente de incomodidad y tensión que la película construye bien. El film es también una realización posible dentro de un marco muy complicado para la industria cinematográfica. Son pocos personajes y la acción está casi íntegramente filmada en exteriores, lo que seguramente la hizo un proyecto viable.
En la naturaleza no será fácil encontrar refugio, si eso es lo que necesita la humanidad en un mundo atravesado por la pandemia. El problema mayor, sin embargo, son siempre los seres humanos.
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