Con la pluma y no con la espada

Cada uno contribuye a la patria a su manera dice el protagonista de The Life of Emile Zola (1937), producida por Warner y dirigida por William Dieterle, film que cuenta la vida del escritor francés y hace foco en el caso Dreyfus. Ganadora del Oscar a mejor película en 1938.

Por Nicolás Bianchi

El afamado escritor francés Émile Zola desarrolló su obra durante la segunda mitad del siglo XIX. Denunció a través de sus páginas las desigualdades reinantes en la sociedad, la miseria a la que estaban sometidos muchos y también las desavenencias de los poderosos, como los militares o los magistrados. El caso Dreyfus, que ocupa buena parte del film, y sobre el que Zola publicó el célebre artículo ‘Yo acuso’ se da inmerso en otro mal de época, tanto de la del escritor como cuando se rodó la película: el antisemitismo.

Pero antes, a través de distintas viñetas, Dieterle cuenta los orígenes de Zola y sus primeros éxitos como escritor. El film comienza en una habitación precaria en la que el protagonista, interpretado por Paul Muni, convive con el pintor Paul Cezanne (Vladimir Sokoloff). Zola rechaza, en principio, las comodidades de la ‘vida burguesa’ hasta que logra triunfar con sus libros.

El escritor con la bella actriz Nana.

Las carencias del principio comienzan a hacerse un lado cuando Zola conoce a Nana (Erin O’Brien-Moore), una actriz de variedades tan pobre como bella que intenta abrirse camino en el mundo de la noche parisina. El libro que lleva como título su nombre pone a Zola en otro lado, de mayor prestigio y bienestar, aunque siempre optará en sus obras por el reflejo de la realidad y la incomodidad que ello conlleva para los sectores más poderosos de la sociedad.

En sus primeros cuarenta minutos The Life of Emile Zola es sumamente ágil. Cada escena representa un evento importante en la vida del escritor y el montaje es sumamente dinámico. Pronto el Zola que aparece en pantalla tiene el pelo encanecido y ya goza de un pasar extraordinario. Comparte debates con su camarada y colega Anatole France (Morris Carnovsky) cuando Lucie (Gale Sondergaard), la esposa del militar Dreyfus, llama a su puerta.

El caso conmueve a la opinión pública del momento.

Lucie busca apoyo para impulsar la causa de su marido, un militar condenado por traición y enviado a una prisión en la Guayana Francesa en América del Sur. Dreyfus resulta condenado luego de un juicio sumario en el que es acusado, sin más vueltas, solo porque es judío. Además la maniobra sirve para exculpar a otro militar de origen noble que es quien verdaderamente cometió el acto por el que se lo condena a Dreyfus.

Uno de los principales valores de The Life of Emile Zola es poner en discusión y en debate al antisemitismo a fines de la década del 30, cuando el mundo se asomaba al abismo del Holocausto. Si bien el fenómeno tiene sus causas puntuales dentro del proceso de la Alemania nazi, se trata de un elemento nocivo en la sociedad europea y presente desde hacía ya mucho tiempo. La película también es un ejercicio de síntesis interesante ya que su duración de solo dos horas (cuando películas históricas o biográficas suelen acercarse a las tres horas) se debe a una dinámica permanente y al diseño de escenas concisas.

La película está aquí, con estos subtítulos.

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