Ases del aire

El melodrama bélico Wings (1927) fue la primera premiada como mejor película en los Oscar de 1928. Producida por los estudios Paramount, que la restauró en 2012, y dirigida por William Wellman, se trata de una proeza del cine mudo. Refleja además el despegue de la industria estadounidense.

Por Nicolás Bianchi

Durante los años 20 se produjeron una revolución o muchas pequeñas revoluciones en la sociedad estadounidense, transformaciones que fueron todas producto directo o indirecto de la industrialización. Luego de la Primera Guerra Mundial el mundo comienza a transformarse, a adquirir su forma social y cultural que se extenderá durante todo el siglo XX. Más consumo, más máquinas en la vida cotidiana con sus contratiempos pero también con sus mayores libertades.

La industria del cine, en Estados Unidos, puede considerarse una más, a la par de la metalúrgica o la bélica, pero con un diferencial: la capacidad de crear y difundir sentidos. Luego de la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos queda del lado de los vencedores y comienza a incrementar su influencia en el mundo, sobre todo en Occidente. Allí donde las películas de Hollywood fueron más vistas las empresas estadounidenses mejoraron sus ganancias.

Jack y David, rivales y amigos, antes de partir a la guerra.

El primer premio que la industria cinematográfica se dio a sí misma, ya que al fin y al cabo de eso se trata el trabajo de la Academia que entrega los Oscar, fue para Wings, una cinta que mezcla cierto melodrama con un componente bélico muy fuerte. La película refleja la historia de Jack Powell (Buddy Rogers), un héroe de la Fuerza Aérea estadounidense durante la Primera Guerra Mundial.

El melodrama se estructura en base a dos relaciones del protagonista. Unos años antes de la guerra Jack muestra cierto interés por las máquinas, y con su vecina Mary (Clara Bow), que lo ama al momento de manera no correspondida, diseña un auto más veloz que la media con el que sale a pasear con Sylvia (Jobyna Ralston). Pero Sylvia está de novia con David (Richard Arlen), primero antagonista y luego compañero de Jack en el ejército. Lo que se tiene que resolver entonces es tanto la situación afectiva del protagonista como su relación de competencia y amistad con David.

El protagonista Jack en un impasse de la guerra, tironeado entre Sylvia y Mary.

Sin embargo, lo más interesante de la película es el reflejo de la guerra. Desde el punto de vista cinematográfico la realización de la acción es extraordinaria y marca también como el cine comienza a ser una de las industrias de punta de una potencia mundial. Las tomas de las batallas aéreas se filmaron durante meses en Texas. Se tomaron dos meses solo para ensayar vuelos y realizar tomas preliminares. Distintos regimientos del Ejército de Estados Unidos colaboraron con asesoramiento, materiales y aviones para que la película se pudiera realizar.

En cuanto a lo conceptual en la película la guerra es presentada como una maquinaria con una lógica propia, por momentos como un fenómeno que sucede y transforma, para peor siempre, las relaciones y vidas de los hombres. El enemigo alemán es simplemente eso, un adversario que no está estereotipado ni caracterizado de ninguna manera en particular. Dentro de la lógica de la guerra es lo que tocó tener en frente para Jack y David. Y la guerra, en definitiva, será lo que defina las trayectorias de los personajes y del melodrama también. De forma dolorosa pero también con éxito, como si al fin y al cabo el protagonista del relato fuera, más que Jack Powell, los Estados Unidos como país y proyecto.

Afiche de la película (1927).

La película está aquí, con estos subtítulos.

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