Greetings (1968), segunda película de Brian De Palma, es una comedia de bajo presupuesto que sigue a tres amigos y sus respectivas obsesiones por las calles de New York, en tiempos de la guerra de Vietnam y el amor libre.
Por Nicolás Bianchi
La segunda película de De Palma puede parecer más experimental y bizarra de lo que verdaderamente es. Si bien cuenta con una división en capítulos un tanto extraños y el director juega con la cámara y sus posibilidades angulares, el film consiste en la historia de tres amigos, con personalidades distintas y bien definidas, que primero se juntan y luego se separan, aunque nunca dejan de cruzarse, para desarrollar lo que a cada uno lo obsesiona.
Paul (Jonathan Warden) fue convocado por el ejército para una revisión médica y psicológica con la posibilidad latente de ser enviado al frente de guerra en Vietnam. Para evitar ser un soldado su primera mala idea es entrar a un bar y gritar ‘a ver si hay algún negro que se anima a hacerme frente’, lo que deriva en un ojo morado pero no en una lesión que lo incapacite.
Por eso es que decide reunirse con Jon (Robert De Niro) y Lloyd (Gerrit Graham), con quienes piensan planes que van desde hacerse pasar por homosexual e intentar seducir al general a cargo de la entrevista para ser dado de baja, hasta permanecer días enteros sin dormir para llegar a ese momento en un pésimo estado. En este primer acto Greetings es una buddy movie entre tres. Finalmente la decisión sobre el futuro de Paul es postergada por el ejército por lo que los amigos pueden relajarse.
De Palma parece setear, a partir de aquí, a cada uno de los personajes con un tic contemporáneo, suyo o de toda la sociedad. Es así como Lloyd está completamente obsesionado con el asesinato de Kennedy y comienza a relacionarse con personas más raras aún que él. Paul comienza a participar en una serie de citas que consiguió por computadora (no se explica cómo, pero resulta una idea muy avanzada para la época en la que no existía internet), en lo que seguramente quiere ser una satirización del amor libre. Por último, Jon intenta filmar una película con contenido adulto mientras también desarrolla cierto gusto por el voyeurismo, lo que comienza a ser una marca cada vez más presente del director. Si algunos de los tres en la historia es De Palma, ese es el personaje que interpreta De Niro.
Según las notas de producción la película se rodó en dos semanas en los escenarios que se pueden ver, o sea muchas calles, parques y plazas de New York, y en algunas locaciones como cafés y librerías. También se intuye en el film cierta laxitud en el guión, por lo que la improvisación puede haber sido un componente importante antes de que el film adquiera su forma final.
Greetings es una muy película muy cargada. Siempre hay diálogos, movimiento, una búsqueda estética con la cámara, algo sobre lo que la película se está riendo. Puede ser la guerra de Vietnam, las dificultades de implementación de la idea del amor libre, la obsesión tan estadounidense por las conspiraciones o simplemente el hecho de ser joven y estar un tanto a la deriva. No funciona del todo bien como un conjunto, no está del todo unida aunque, indudablemente, resulta atractiva.
Se consigue aquí, con estos subtítulos.
Reseñas de cine 