Sangre caliente, una guitarra y una chaqueta de piel de serpiente

Son los atributos y características de Valentin ‘Snakeskin’ Xavier, personaje actuado por Marlon Brando en The fugitive kind (1960), drama dirigido por Sidney Lumet en base a un guión adaptado de una novela del dramaturgo Tennessee Williams.

Por Nicolás Bianchi

Según el mito clásico griego, Orfeo, hijo de Apolo, podía encantar bestias al tocar su lira, tal es así que pudo rescatar a la bella Eurídice del inframundo mientras los cancerberos dormían bajo el influjo de su arte. The fugitive kind, del prestigioso director Sidney Lumet, está basada en la obra teatral El descenso de Orfeo, de Tennessee Williams, que busca adaptar la leyenda antigua a su tiempo.

El protagonista de la película, el Orfeo, es Valentin ‘Snakeskin’ Xavier, un músico vagabundo y algo problemático que recala en un pequeño pueblo de Mississippi donde intentará poner coto a su desenfreno y llevar adelante una vida más calma. ‘Uno no es tan joven cuando tiene 30 años y estuvo de fiesta desde los 15’, dice, en ese inglés mascullado tan característico, el personaje que interpreta Marlon Brando cuando le preguntan su edad.

Un hombre errante con su guitarra y su campera de piel de víbora.

El dilema que atraviesa Xavier está planteado entre dos mundos, el primero es el de donde él proviene, que consiste en la errancia, la música y un contacto frecuente con el delito.  El otro, al que parece querer acceder, podría estar representado por un trabajo y una pareja estables, quizás una familia.

El primer plano del film muestra como Snakeskin está preso en una cárcel judicial, de donde un oficial lo saca para que declare ante un juez, que finalmente accede a liberarlo. El reo cuenta que vendió su guitarra, a quien llama ‘compañera de vida’, a un local de empeños que luego robó, porque no soportó la imagen de su tan preciado instrumento en esa vidriera. Se trata de un delincuente menor, romántico.

 Ya en libertad, Snakeskin maneja su auto, que se descompone, en una noche de lluvia torrencial. Frente a al lugar en el que el vehículo se detuvo observa un hogar con la luz encendida, donde se dirige para intentar guarecerse de la lluvia. Allí se encuentra con una mujer muy amable que resulta ser la esposa del sheriff del lugar. En la planta baja tienen una celda, lugar que le ofrece para pasar la noche. Al parecer Snakeskin sale de una prisión para ingresar en otra, su situación de preso o condenado no se altera, al menos simbólicamente, por más que esté en libertad. En contraposición con la amabilidad de la dueña de casa, unos minutos más tarde aparece el sheriff, que junto con un par de colaboradores acaba de matar al anterior huésped de la celda, un joven preso por algún delito menor. La película está poblada de dualidades muy marcadas. Los posibles destinos de Snakeskin en un principio. Las características de los personajes secundarios en segundo lugar. Hay bondadosos, piadosos por un lado, violentos y racistas por el otro.

Las dos mujeres opuestas. Negro y blanco con una iluminación prácticamente teatral.

La última disyuntiva que queda señalada en el planteo de la película se da entre mujeres. Snakeskin, al día siguiente, y por la generosidad de la señora que lo hospedó, accede a un almacén de ramos generales en el que su dueña Lady Torrance (Anna Magnani) busca contratar a un empleado. Antes de que puedan presentarlos irrumpe en la escena Carol Cutrere (Joanne Woodward), una joven de una familia del lugar, de vida también errante y compañera de juergas de Snakeskin. El personaje queda tensionado entre ambas. Lady es una mujer un poco mayor, que guarda una profunda tristeza y lleva adelante el negocio mientras en el primer piso del local, su esposo se encuentra postrado en una cama.

La trama de la película se presenta, en todo momento, como muy densa, por momentos espesa. El destino que persigue a Snakeskin, la dualidad en las características de los personajes, las mujeres que se oponen, la presencia de la muerte en el piso superior de la tienda. Son muchos los significados y los meta textos que componen a la historia. En ciertos momentos el relato se torna demasiado dialogado y teatral, lo cual no quita que algunas escenas, por ejemplo cuando más adelante Lady le cuenta a Snakeskin su origen, estén extraordinariamente logradas y filmadas. Cuando el melodrama le deja espacio al pulso más cinematográfico de Lumet, The fugitive kind logra sus mejores momentos.

Afiche de la película (1960).

La película que integra la colección Criterion, se puede conseguir con facilidad por aquí, con estos subtítulos.

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