Godzilla minus one (2023), la mejor película de cine catástrofe de los últimos años (por lejos)

Película japonesa de Takashi Yamazaki. Cuenta la primera embestida del célebre monstruo contra Japón. Todo se ve con una calidad espectacular.

Por Nicolás Bianchi

El cine de acción, catástrofe y superhéroes de los últimos años fue perdiendo cualquier rasgo de autenticidad. El CGI y la animación computarizada empezaron a notarse cada vez más. Por lo tanto, el resultado final empezó a ser menos atractivo. Con Godzilla minus one sucede todo lo contrario. Todo se ve espectacularmente bien. Esto incluye no solo las escenas en las que aparece el monstruo sino también aquellas que recrean ciudades japonesas a fines de la década del 40, después de finalizar la Segunda Guerra Mundial.

La historia comienza en una pequeña isla. Allí llega el piloto kamikaze Shikishima (Ryunosuke Kamiki) con un avión averiado que necesita ser reparado. En verdad, esto es un ardid del soldado para salvar su vida. A la vez, supone un deshonor que va a permanecer latente a lo largo de la historia. En cualquier caso, este pequeño lugar es víctima de un ataque de un monstruo gigante que los pobladores locales llaman Gojira. Shikishima es uno de los dos únicos sobrevivientes.

Los personajes están rodeados de devastación, por la guerra que pasó y por el monstruo que está

La presentación del monstruo es una escena que transcurre de noche y resulta sumamente sugestiva. Sus principales características están a la vista pero, al mismo tiempo, también quedan varios aspectos por descubrir. La propuesta visual de la película es excelente desde el minuto cero. Todo comienza con una toma subjetiva del avión aterrizando. Los vehículos, las explosiones y todos los efectos especiales lucen reales.

Después, se instala un componente melodramático para construir el arco del protagonista. Shikisima vuelve a Tokyo, una ciudad destruida por la guerra. Su honor también está en ruinas porque, en definitiva, es un kamikaze que vive. Entre los pedazos de mampostería y escombros conoce a Noriko (Minami Hamabe), una mujer que cría a una pequeña bebé en soledad. Juntos forman una familia y comienzan a reconstruir su vida.

Nuevamente, la puesta en escena del barrio destruido por la guerra es excelente. El espectador puede estar ahí y padecer frío o percibir la humedad de las casillas llenas de goteras. Para salir adelante, Shikisima consigue un trabajo como limpiador de minas en el mar. Junto a una pequeña tripulación recorre la costa en una barca de madera en busca de minas que han quedado de la guerra. El objetivo es hacerlas explotar para prevenir accidentes. Claro está, esto nuevamente lo ubica cerca de los dominios de Godzilla.

La espectacularidad es un componente importante del film

Pero el monstruo, en algún momento, llega a la ciudad y produce una nueva ola de devastación. Entonces, la segunda parte del film se concentra en el plan para detenerlo. Aquí Shikisima juega un rol importante pero la película ya no se centra exclusivamente en él. Es más bien un relato colectivo que incluye a otros personajes. Todos juntos forman una suerte de resistencia civil contra el monstruo. Ni los ejércitos extranjeros ni el propio sirven de ayuda. Los japoneses deben encontrar la manera de salir adelante con sus propios recursos.

El film en ningún momento pierde tensión ni espectacularidad. Godzilla minus one es una muestra de cine de calidad que supera a muchas de las propuestas lanzadas en los últimos años. Toma un personaje que ya tiene decenas de películas pero hace algo nuevo. Nuevamente, lo visual es formidable en todo momento. Y también se cuenta una historia, tanto individual como colectiva. El resultado es extraordinario. Se trata de una de las mejores exponentes en este género de los últimos tiempos.

Afiche de la película (2023)

Está en Netflix. Contacto: elgolocine@gmail.com

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